jueves, 28 de febrero de 2008

Rutina


No fue necesario correr las cortinas para que la luz no entrara, bastó con cerrar los ojos y todo tipo de rayo luminoso desaparecia, necesita del sonido del silencio, necesitaba buscar al Adonis que inspirara sus sueños. La imaginación volaba, trataba de crear en su mente la imagen de su hombre ideal. En su mente, el dibujo de algo que no lograba decifrar, y tanto buscar su forma que fue imposible no caer en los brazos de Morfeo.


Amaneció, y el olor a cesped cortado inunda su habitación, inhaló todo el aire que pudo mientras sus pulmones se expandían hasta más no poder, arqueando su cuerpo buscando el relajo de aquella musculatura ya un tanto contraida por el pasar del tiempo. Al descubrir su cuerpo, la sábana se iba deslizando por su piel como si fuese una sinfonia, y en armónicos movimientos, sus pies topaban el suelo y caminaba como si flotara por los aires...


Para empezar la mañana, un cigarro... un café... y un sonoro buenos días para el señor silencio que reinaba en cada una de las esquinas de su morada. Ese olor a café cargado, sedoso y envolvente marcaba el comenzar de un nuevo día... y el sabor de ese cigarro y su humo impregnado marcaban el comienzo de una nueva jornada.


Sólo fue necesario que el ritual de desayuno y resignación terminara... para que mirara por la ventana y surgiera de inmediato esa sensacion de angustia... de desesperación..de encierro y de asco... y es que llegó su peor pesadilla...su mejor enemiga..llegó el comienzo de la señora rutina... y no descansará de ella...hasta que la noche vuelva y comience a entender que no es necesario cerrar las cortinas, sólo basta con cerrar tus ojos y buscar el sonido del silencio.........

1 comentario:

Alejandra dijo...

La rutina mata...
Por eso es que debemos reinventarnos a diario, buscando nuevos quehaceres y desafíos.

Las puertas comienzan a abrirse para mi. Debo confesar que me gusta la idea de trabajar con sordos, sería una nueva experiencia.
Rezale a tus dioses para q resulte.